"Por eso, queridos hermanos, permanezcan firmes e inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor, con la certidumbre de que los esfuerzos que realizan por Él no serán vanos" I Corintios 15; 58

"No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" Isaías 41: 10

"Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada" Proverbios 31: 30

PREPARACIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA DOMINICAL

El Domingo 10 de agosto es el XIX domingo del tiempo ordinario
"Ciclo C"

Los invito a realizar las lecturas de la Palabra para el próximo domingo y la preparación de los cantos de acuerdo con la temática de reflexión: "Donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón".

Utilicemos todos los recursos que tenemos a nuestro alcance y hagamos la mejor selección de los cantos para la participación y la animación de la Eucaristía dominical.


LECTURAS PARA EL PRÓXIMO DOMINGO
Primera lectura Sabiduría 18:6-9
Salmo Salmo 33:1, 12, 18-22
Segunda lectura Hebreos 11:1-2, 8-19
Evangelio Lucas 12:32-48







Lecturas para el XIX domingo del tiempo ordinario

Sabiduría 18:6-9

6Aquella noche fue anunciada de antemano a nuestros padres, para que se alegraran, conscientes de las promesas en que creían. 7Tu pueblo recibió expectante la salvación de los justos y la perdición de los enemigos. 8Porque con lo mismo que castigaste a los adversarios, con eso mismo, nos glorificaste llamándonos a Ti. 9Los hijos santos de los buenos ofrecían sacrificios a escondidas y se imponían unánimes esta ley divina: que los santos compartirían por igual los bienes y peligros; así empezaron a entonar los cantos de alabanza de los padres.
Salmo 33:1, 12, 18-22

1Aclamad, justos, al Señor. La alabanza es propia de los rectos. 12Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él se eligió como heredad. 18Los ojos del Señor velan por quienes le temen, por los que esperan en su misericordia, 19para librar sus almas de la muerte, y hacerlos subsistir en la penuria. 20Nuestra alma espera en el Señor, Él es nuestro socorro y nuestro escudo; 21en Él se alegra nuestro corazón, en su santo Nombre confiamos. 22Que tu misericordia, Señor, esté sobre nosotros, que hemos puesto en Ti nuestra esperanza.

Responsorial:

"Dichoso el pueblo que Dios se escogió como heredad"

Hebreos 11:1-2, 8-19


1La fe es fundamento de las cosas que se esperan, prueba de las que no se ven. 2Por ella los antepasados han recibido un testimonio. 8Por la fe, Abrahán obedeció al ser llamado para ir al lugar que iba a recibir en herencia, y salió sin saber adónde marchaba. 9Por la fe, peregrinó por la tierra prometida como en tierra extraña, y habitó en tiendas, igual que harían Isaac y Jacob, coherederos de las mismas promesas; 10porque esperaba la ciudad fundada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. 11Por la fe, también Sara, que era estéril, recibió vigor para concebir, aun superada ya la edad oportuna, porque creyó que era digno de fe el que se lo había prometido. 12De modo que de uno solo, y ya decrépito, nacieron hijos tan numerosos como las estrellas del cielo e incontables como las arenas de las playas del mar. 13En la fe, murieron todos ellos, sin haber conseguido las promesas, sino viéndolas y saludándolas desde lejos, y reconociendo que eran peregrinos y forasteros en la tierra. 14Los que hablaban así manifestaban que iban en busca de una patria. 15Pues si hubieran añorado la tierra de la que habían salido, habrían tenido ocasión de volver a ella. 16Pero aspiraban a una patria mejor, es decir, a la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios suyo, porque les ha preparado una ciudad. 17Por la fe, Abrahán, puesto a prueba, ofreció a Isaac, y el que había recibido las promesas se dispuso a ofrecer a su único hijo 18de quien se le había dicho: En Isaac tendrás descendencia. 19Pensaba, en efecto, que Dios es poderoso incluso para resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró y fue como un símbolo.

Lucas 12:32-48

32»No temáis, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el Reino. 33Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no envejecen, un tesoro que no se agota en el cielo, donde el ladrón no llega ni la polilla corroe. 34Porque donde está vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón. 35»Tened ceñidas vuestras cinturas y encendidas las lámparas, 36y estad como quienes aguardan a su amo cuando vuelve de las nupcias, para abrirle al instante en cuanto venga y llame. 37Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los encuentre vigilando. En verdad os digo que se ceñirá la cintura, les hará sentar a la mesa y acercándose les servirá. 38Y si viniese en la segunda vigilia o en la tercera, y los encontrase así, dichosos ellos. 39Sabed esto: si el dueño de la casa conociera a qué hora va a llegar el ladrón, no permitiría que se horadase su casa. 40Vosotros estad también preparados, porque a la hora que menos penséis vendrá el Hijo del Hombre. 41Y le preguntó Pedro: —Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos? 42El Señor respondió: —¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el amo pondrá al frente de la casa para dar la ración adecuada a la hora debida? 43Dichoso aquel siervo a quien su amo cuando vuelva encuentre obrando así. 44En verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. 45Pero si ese siervo dijera en sus adentros: «Mi amo tarda en venir», y comenzase a golpear a los criados y criadas, a comer, a beber y a emborracharse, 46llegará el amo de aquel siervo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará duramente y le dará el pago de los que no son fieles. 47El siervo que, conociendo la voluntad de su amo, no fue previsor ni actuó conforme a la voluntad de aquél, recibirá muchos azotes; 48en cambio, el que sin saberlo hizo algo digno de castigo, recibirá pocos azotes. A todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá, y al que le encomendaron mucho, mucho le pedirán.

XVIII Domingo Ordinario - Agosto 3

El Domingo 3 de agosto es el XVIII domingo del tiempo ordinario
"Ciclo C"

Los invito a realizar las lecturas de la Palabra para el próximo domingo y la preparación de los cantos de acuerdo con la temática de reflexión: "Insensato, esta misma noche te van a reclamar el alma; lo que has preparado, ¿para quién será?".

Utilicemos todos los recursos que tenemos a nuestro alcance y hagamos la mejor selección de los cantos para la participación y la animación de la Eucaristía dominical.


LECTURAS PARA EL PRÓXIMO DOMINGO
Primera lectura Eclesiastés 1:2; 2:21-23
Salmo Salmo 90:3-6, 12-14, 17
Segunda lectura Colosenses 3:1-5, 9-11
Evangelio Lucas 12:13-21







Lecturas para el XVIII domingo del tiempo ordinario

Eclesiastés 1:2; 2:21-23

1 2¡Vanidad de vanidades —dice Qohélet—, vanidad de vanidades, todo es vanidad! 2 21pues hay personas que trabajan con sabiduría, ciencia y provecho, y han de dejar lo suyo a quien no lo trabaja. También esto es vanidad y un gran mal. 22Entonces ¿qué saca el hombre de todo su trabajo y del empeño que su corazón pone bajo el sol?, 23pues pasa todos los días dolorido y contrariado, y su corazón ni siquiera reposa por la noche. También esto es vanidad.
Salmo 90:3-6, 12-14, 17

3Al polvo haces volver al hombre, diciendo: «Volved, hijos de Adán». 4Pues mil años a tus ojos son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche. 5Tú los arrastras, son un sueño al amanecer, como hierba que brota: 6por la mañana florece y crece, por la tarde es segada, y se seca. 12Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días, para que logremos un corazón sabio. 13¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…? Ten piedad con tus siervos. 14Sácianos de mañana con tu misericordia, exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días. 17El esplendor del Señor, nuestro Dios, esté con nosotros. Haz prósperas las obras de nuestras manos, las obras de nuestras manos hazlas prósperas.

Responsorial:

"Señor, dame a conocer, dame a conocer mi fin"

Colosenses 3:1-5, 9-11


1Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; 2sentid las cosas de arriba, no las de la tierra. 3Pues habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él. 5Mortificad, pues, lo que hay de terrenal en vuestros miembros: la fornicación, la impureza, las pasiones, la concupiscencia mala y la avaricia, que es una idolatría. 9No os engañéis unos a otros, ya que os habéis despojado del hombre viejo con sus obras 10y os habéis revestido del hombre nuevo, que se renueva para lograr un conocimiento pleno según la imagen de su creador, 11para quien no hay griego o judío, circuncisión o no circuncisión, bárbaro o escita, siervo o libre, sino que Cristo es todo en todos.

Lucas 12:13-21

13Uno de entre la multitud le dijo: —Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo. 14Pero él le respondió: —Hombre, ¿quién me ha constituido juez o encargado de repartir entre vosotros? 15Y añadió: —Estad alerta y guardaos de toda avaricia; porque aunque alguien tenga abundancia de bienes, su vida no depende de lo que posee. 16Y les propuso una parábola diciendo: —Las tierras de cierto hombre rico dieron mucho fruto. 17Y se puso a pensar para sus adentros: «¿Qué puedo hacer, ya que no tengo dónde guardar mi cosecha?» 18Y se dijo: «Esto haré: voy a destruir mis graneros, y construiré otros mayores, y allí guardaré todo mi trigo y mis bienes. 19Entonces le diré a mi alma: “Alma, ya tienes muchos bienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, pásalo bien”». 20Pero Dios le dijo: «Insensato, esta misma noche te van a reclamar el alma; lo que has preparado, ¿para quién será?» 21Así ocurre al que atesora para sí y no es rico ante Dios.